Pérez Tapias deja el PSOE en un momento tranquilo, al margen de las luchas congresuales y de las luchas por el poder y cuando el Secretario General está trabajando por cohesionarlo y definirlo ideológicamente ante el mayor reto de la democracia española con el desafío catalán. Fue (es) un referente para una buena parte de la militancia que vio en su candidatura a la Secretaría General a quien mejor encarnaba los postulados de izquierda y las reivindicaciones sindicales, y ahora, ve con perplejidad y desconcierto su marcha. En el último Congreso Federal apoyó a Pedro Sánchez en una apuesta clara para revolucionar al partido, al entender que era el revulsivo necesario para darle la voz a la militancia y reubicarlo, claramente, en el campo de la izquierda.
Por otro lado, las últimas declaraciones del Secretario General al afirmar que "Podemos deja de ser preferente para los socialistas", lo que en un contexto de un Parlamento atomizado y de la necesidad de buscar alianzas para formar Gobierno, deja al PSOE orientado hacia C's para buscar una posible alianza. P. Tapias defiende la unidad de la izquierda para tener la posibilidad de echar del Gobierno a la derecha y es un firme defensor de la unidad con la formación de Pablo Iglesias, por lo que las declaraciones del Secretario General lo colocan en una situación (al menos) incómoda en el seno del partido.
Seguro que en sus reflexiones P. Tapias valoró que estos dos temas: referéndun catalán y unidad de la izquierda, pesaron lo suficiente para decidir dejar la militancia en una siglas a las que llevaba vinculado más de 25 años y que las representó en las Cortes y en otros organismos. No sé si sopesó con el mismo rigor que no era un militante más sino un referente para muchos militantes y que además forma parte de la historia del partido al presentarse a la Secretaría General y ser el portavoz, durante un tiempo, de la corriente Izquierda Socialista.
No obstante ... se podrá estar de acuerdo, o no, con sus planteamientos, podría haber decidido mantenerse como afiliado crítico con la gestión de la CEF, podría haber llevar la batalla ideológica a los órganos de decisión del partido e intentar ganarla ... pero su decisión es militar en el socialismo al margen del PSOE y yo lo respeto por su coherencia y su libertad personal al margen de otras consideraciones. El PSOE pierde a un político coherente, comprometido y respetado fuera de las siglas del PSOE (y a un buen enganche para el partido con los movimientos sociales, sindicatos y partidos de izquierda).
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