La comunidad educativa convoca huelga en el sector para el día 9 de Marzo a través de la Plataforma en defensa de la Escuela Pública.
En un momento donde el consenso parece que es un valor al que todos se arriman, el Ministerio deja claro su posicionamiento, sin ser consciente de la minoría parlamentaria, y recurre al Constitucional toda iniciativa del resto de partidos para frenar la implantación de la LOMCE. Mala carta de presentación presenta el Gobierno para consensuar una nueva ley.
Se convoca la huelga en un momento de impás, de calma en los centros educativos, de relajación ... seguramente como consecuencia de rebajar el tono reivindicativo después de varios meses de crispación y tensión política a la que nos sometieron los partidos con los dos procesos electorales de los meses pasados. Y, después de un mes de Febrero, de reorganización interna de los partidos: el PP, más de lo mismo, Rajoy omnipresente: Podemos, cada vez más Pablista y con Errejón en la cuneta; y C´s que sigue en la misma línea, buscando su espacio; queda el PSOE por clarificarse, en Junio sabremos si tiende hacia la izquierda buscando confluencias con Podemos, o mantiene la misma línea de la Gestora.
Otro elemento amortiguador de reivindicaciones lo genera la incierta negociación de un posible Pacto educativo que ha iniciado su andadura en el Parlamento con la creación de una "Subcomisión de educación". Durante seis meses trabajará para presentar un documento de consenso, pasarán por esa Subcomisión 83 expertos y representantes de la comunidad educativa. Por lo que vamos conociendo de las intervenciones, son reforzamientos de los postulados de las organizaciones que representan, lo que evidencia la división de la comunidad educativa a la hora de consensuar una nueva ley. Otro problema es que la Subcomisión la forman tres partidos (PP,PSOE y C´s), quedando al margen Podemos lo que presagia que se va a descolgar del consenso, o dicho de otra forma, plantearán exclusivamente un Pacto por la Educación de la Red Pública, excluyendo a la Red Concertada.
A pesar de esta situación de calma y espera, considero que la huelga está bien planteada y es oportuna. Seguimos igual. Padecemos las consecuencias de la crisis y de las políticas del Gobierno del PP; siguen vigentes los recortes y las OEP están pendientes de la aprobación de los Presupuestos.
Es conveniente recordar que el el año 2008 los presupuestos educativos suponían un 5,1% del PIB y que en la actualidad suponen,el 4,1% (la educación perdió 9000 millones de euros, y en los próximos presupuestos está previsto un recorte de 1000 millones de euros más como consecuencia del equilibrio presupuestario). Este hecho supone que haya 35.000 profesores menos, a pesar de estar escolarizados 300.000 alumnas más, se ha pasado de un 12% de interinidad a un 28%, desaparecieron las ayudas de los libros, mermaron las ayudas a los comedores, aumentaron las tasas universitarias y disminuyeron las cuantías de las becas (según el SE 100.000 alumnos dejaron los estudios por razones económicas), los centros carecen de proyectos de ayuda al alumnado ...
Ante este panorama, la convocatoria de una jornada de huelga, está más que justificada, es una rearfimación del movimiento sindical ante un Gobierno que lo ningunea; es una llamada de atención a los partidos para que antes de consensuar una ley, recuperen lo que la educación perdió con los Gobiernos de Rajoy.
En un momento donde el consenso parece que es un valor al que todos se arriman, el Ministerio deja claro su posicionamiento, sin ser consciente de la minoría parlamentaria, y recurre al Constitucional toda iniciativa del resto de partidos para frenar la implantación de la LOMCE. Mala carta de presentación presenta el Gobierno para consensuar una nueva ley.
Se convoca la huelga en un momento de impás, de calma en los centros educativos, de relajación ... seguramente como consecuencia de rebajar el tono reivindicativo después de varios meses de crispación y tensión política a la que nos sometieron los partidos con los dos procesos electorales de los meses pasados. Y, después de un mes de Febrero, de reorganización interna de los partidos: el PP, más de lo mismo, Rajoy omnipresente: Podemos, cada vez más Pablista y con Errejón en la cuneta; y C´s que sigue en la misma línea, buscando su espacio; queda el PSOE por clarificarse, en Junio sabremos si tiende hacia la izquierda buscando confluencias con Podemos, o mantiene la misma línea de la Gestora.
Otro elemento amortiguador de reivindicaciones lo genera la incierta negociación de un posible Pacto educativo que ha iniciado su andadura en el Parlamento con la creación de una "Subcomisión de educación". Durante seis meses trabajará para presentar un documento de consenso, pasarán por esa Subcomisión 83 expertos y representantes de la comunidad educativa. Por lo que vamos conociendo de las intervenciones, son reforzamientos de los postulados de las organizaciones que representan, lo que evidencia la división de la comunidad educativa a la hora de consensuar una nueva ley. Otro problema es que la Subcomisión la forman tres partidos (PP,PSOE y C´s), quedando al margen Podemos lo que presagia que se va a descolgar del consenso, o dicho de otra forma, plantearán exclusivamente un Pacto por la Educación de la Red Pública, excluyendo a la Red Concertada.
A pesar de esta situación de calma y espera, considero que la huelga está bien planteada y es oportuna. Seguimos igual. Padecemos las consecuencias de la crisis y de las políticas del Gobierno del PP; siguen vigentes los recortes y las OEP están pendientes de la aprobación de los Presupuestos.
Es conveniente recordar que el el año 2008 los presupuestos educativos suponían un 5,1% del PIB y que en la actualidad suponen,el 4,1% (la educación perdió 9000 millones de euros, y en los próximos presupuestos está previsto un recorte de 1000 millones de euros más como consecuencia del equilibrio presupuestario). Este hecho supone que haya 35.000 profesores menos, a pesar de estar escolarizados 300.000 alumnas más, se ha pasado de un 12% de interinidad a un 28%, desaparecieron las ayudas de los libros, mermaron las ayudas a los comedores, aumentaron las tasas universitarias y disminuyeron las cuantías de las becas (según el SE 100.000 alumnos dejaron los estudios por razones económicas), los centros carecen de proyectos de ayuda al alumnado ...
Ante este panorama, la convocatoria de una jornada de huelga, está más que justificada, es una rearfimación del movimiento sindical ante un Gobierno que lo ningunea; es una llamada de atención a los partidos para que antes de consensuar una ley, recuperen lo que la educación perdió con los Gobiernos de Rajoy.
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