Al final se llevó a efecto lo ya anunciado con antelación. Las dudas y debates de muchos socialistas, de muchos ciudadanos del entorno del PSOE, de, qué hacer ante la investidura de Rajoy , se han aclarado. El CF da el apoyo para que el PP forme gobierno y no haya que ir a unas terceras elecciones. El partido socialista ya ha decidido que hacer "oficialmente" pero ahí no finalizan sus problemas, ni tampoco el debate interno, es más, creo que es ahora cuando empiezan los verdaderos problemas del partido desde un punto de vista interno o de aparato. Las estructuras elegidas por los congresos (ejecutivas, comités) y los responsables elegidos (secretarios de agrupaciones, secretarios provinciales, regionales) se han colocado enfrente de la mayoría de los afiliados de sus demarcaciones ... y ahora, es el momento de exigir responsabilidades. La presión que están ejerciendo organizaciones por su izquierda con estructuras más flexibles y más porosas a la militancia que responden mejor a los jóvenes, y el frentismo institucional ante la militancia, pone en entredicho el sistema de "representación" en el partido.
Considero que la calidad democrática no hay que buscarla en las esencias del "asamblearismo", ni en la consulta permanente a la militancia a la hora de tomar decisiones en el quehacer diario; pero tampoco se puede estar afiliado a los partidos para votar cada cuatro años y esperar que libremente decidan los responsables elegidos a espaldas de los afiliados. Esas estructuras, así concebidas, ya no sirven, responden a otra etapa histórica. Los debates en las agrupaciones con los responsables elegidos deben de ser constantes, las gestiones, explicaciones y actuaciones de los elegidos deben de ser aplaudidas, rechazadas o cuestionadas de forma permanente por la afiliación. De nada sirve que las ejecutivas y comités decidan una cosa cuando la afiliación está en contra. El sistema representativa es válido, democrático y el que garantiza un mejor funcionamiento en las organizaciones, pero después de lo que está pasando en el PSOE, no es suficiente y debe complementarse con consultas a los afiliados en temas excepcionales que marcan las directrices políticas del partido como es el caso de elegir la secretaría general o la posibilidad de darle el gobierno al partido al cual aspiras a suplantar, precisamente para cambiar las políticas sociales y económicas. Difícil de explicar. Según las encuestas la intención del voto está cayendo considerablemente desde el último CF, y afirman los que dan el apoyo a Rajoy, que por eso ahora no interesan las terceras elecciones y esperan recuperarse para las próximas elecciones. No soy adivino y no sé como se van a desarrollar los acontecimientos políticos de los próximos años, pero dudo que así sea. Podemos va a intentar alzarse con la voz de la oposición recordando el apoyo dado al gobierno del PP y haciéndole responsable de las políticas continuistas en materias sensibles para la ciudadanía, tampoco la connivencia en algunos temas con el PP le interesan ya que políticamente sería una manzana envenenada. Y lo más grave, falta por resolver la cuestión interna en el seno del partido, y recobrar la ilusión y las ganas por trabajar en el proyecto socialista en un partido quebrado y desmotivado al ver que el secretario general elegido por las bases fue destituido por una maniobra torticera y poco noble; dicho de otra forma: los responsables (algunos) y la gestora no son de fiar.
Pienso que la recogida de las firmas para celebrar rápidamente un congreso, va a ser un éxito. Pero la gestora no debiera esperar a esa exigencia de la militancia, debería convocarlo lo antes posible y realizar un trabajo puente que una (aquí si que cabe el término "coser") para eligir un líder que vuelva a ilusionar, que el congreso defina el modelo territorial del Estado Federal (verdadero problema de los próximos años), que modifique los estatutos del partido para darle relevancia a la militancia y que redefina el modelo socialdemócrata.
Todo este proceso no fue en valde para muchos responsables del partido que han quedado invalidados para jugar políticamente en el futuro. El proyecto para que sea creíble debe de estar sustentado por personas "no quemadas" en todo este desvarío.
Considero que la calidad democrática no hay que buscarla en las esencias del "asamblearismo", ni en la consulta permanente a la militancia a la hora de tomar decisiones en el quehacer diario; pero tampoco se puede estar afiliado a los partidos para votar cada cuatro años y esperar que libremente decidan los responsables elegidos a espaldas de los afiliados. Esas estructuras, así concebidas, ya no sirven, responden a otra etapa histórica. Los debates en las agrupaciones con los responsables elegidos deben de ser constantes, las gestiones, explicaciones y actuaciones de los elegidos deben de ser aplaudidas, rechazadas o cuestionadas de forma permanente por la afiliación. De nada sirve que las ejecutivas y comités decidan una cosa cuando la afiliación está en contra. El sistema representativa es válido, democrático y el que garantiza un mejor funcionamiento en las organizaciones, pero después de lo que está pasando en el PSOE, no es suficiente y debe complementarse con consultas a los afiliados en temas excepcionales que marcan las directrices políticas del partido como es el caso de elegir la secretaría general o la posibilidad de darle el gobierno al partido al cual aspiras a suplantar, precisamente para cambiar las políticas sociales y económicas. Difícil de explicar. Según las encuestas la intención del voto está cayendo considerablemente desde el último CF, y afirman los que dan el apoyo a Rajoy, que por eso ahora no interesan las terceras elecciones y esperan recuperarse para las próximas elecciones. No soy adivino y no sé como se van a desarrollar los acontecimientos políticos de los próximos años, pero dudo que así sea. Podemos va a intentar alzarse con la voz de la oposición recordando el apoyo dado al gobierno del PP y haciéndole responsable de las políticas continuistas en materias sensibles para la ciudadanía, tampoco la connivencia en algunos temas con el PP le interesan ya que políticamente sería una manzana envenenada. Y lo más grave, falta por resolver la cuestión interna en el seno del partido, y recobrar la ilusión y las ganas por trabajar en el proyecto socialista en un partido quebrado y desmotivado al ver que el secretario general elegido por las bases fue destituido por una maniobra torticera y poco noble; dicho de otra forma: los responsables (algunos) y la gestora no son de fiar.
Pienso que la recogida de las firmas para celebrar rápidamente un congreso, va a ser un éxito. Pero la gestora no debiera esperar a esa exigencia de la militancia, debería convocarlo lo antes posible y realizar un trabajo puente que una (aquí si que cabe el término "coser") para eligir un líder que vuelva a ilusionar, que el congreso defina el modelo territorial del Estado Federal (verdadero problema de los próximos años), que modifique los estatutos del partido para darle relevancia a la militancia y que redefina el modelo socialdemócrata.
Todo este proceso no fue en valde para muchos responsables del partido que han quedado invalidados para jugar políticamente en el futuro. El proyecto para que sea creíble debe de estar sustentado por personas "no quemadas" en todo este desvarío.
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