Los trabajadores/as de la enseñanza tienen una nueva ubicación en el seno de la UGT, estarán formando parte de la FeSP junto al resto de los empleados/as de los servicios públicos, constituyendo la mayor federación de la UGT con más de 270.000 afiliados.
Fue difícil la trayectoria de la FETE desde el 41 Congreso de la UGT donde se aprobaba una Resolución que mandataba a la Confederación a constituirse en tres Federaciones, después se concretaría en el 42 Congreso, y el 10 y 11 de mayo se celebró el Congreso Constituyente de los Servicios Públicos. Y fue dificil porque chocaban los intereses emocionales de los responsables de la Federación que se negaban a renunciar a la FETE como Federación con los intereses de la UGT agoviada por la necesidad de reestructurarse para hacer frente a los retos (políticos-sindicales-económicos) del momento histórico que nos toca vivir.
Fueron momentos complicados y difíciles. El peso histórico de las siglas de la FETE nos atenazaba los análisis, debates y reorientaba continuamente nuestros planteamientos. Estábamos enroscados continuemente en una defensa numántina de la FETE, pero también éramos conscientes que luchábamos contra corriente, que la UGT había tomado una decisión y poco podíamos hacer para mantenernos como Federación. Hubo dos momentos claves, la primera el Comité Confederal donde se aprobó la reestructuración y posteriormenete la CEF decidió apostar por la negociación y el segundo el Comité Federal celebrado en Bilbao donde se aprobó el documento que garantizaba la autonomía del sector de la enseñanza con respecto a la toma de decisiones y a la elección de sus representantes, la negociación colectiva, las relaciones institucionales e internacionales, la financiación suficiente para desarrollar la acción sindical y sobre todo al mantenimiento del nombre de la FETE en el seno de la nueva Federación. La FETE no desaparece se integra con su idiosincrasia y su historia en la nueva Fedración.
Hemos gestionado un tiempo complicado pero son los tiempos que nos toca vivir y lo hemos hecho compartiendo las decisiones con toda la Federación sabiendo que la unanimidad era imposible, pero también con la idea clara que para la enseñanza de la UGT era mejor la negociación para garantizar la autonomía de la FETE que una confrontación con la Confederación ya que las decisiones aúnque no nos gustasen eran decisiones democráticas, y por tanto había que respetarlas. Es ciertro que también hemos encontrado en la FSP predisposición para llegar a acuerdos y aunque no conseguimos todas nuestras pretensiones, conseguimos las suficientes para poder trabajar con la autonomía necesaria.
Ahora se inicia un nuevo tiempo con la compañera Maribel al frente del sector de la enseñanza. Un tiempo, que aúnque algunos lo duden, es ilusionante. Maribel tiene el reto de ubicar a la enseñanza con identidad propia en la nueva Federación, y además (y experiencia no le falta para ello) seguir trabajando para que la UGT siga siendo un buen instrumento para defender los intereses de los trabajadores/as de la enseñanza y seguir apostando por una enseñanza inclusiva y solidaria. Para ello tiene todo nuestro apoyo y en Luz (compañera de la ejecutiva) la persona que le ayudará a dotar de contenido de inclusividad a los documentos de FETE. Toca mirar al futuro y dejar de mirarnos a nosotros mismos, toca poner a la UGT en la comunidad educativa y toca poner a la enseñanza (FETE) en la agenda de la UGT, y para ello tenemos un buen equipo y una buena Secretaria Sectorial.
Fue difícil la trayectoria de la FETE desde el 41 Congreso de la UGT donde se aprobaba una Resolución que mandataba a la Confederación a constituirse en tres Federaciones, después se concretaría en el 42 Congreso, y el 10 y 11 de mayo se celebró el Congreso Constituyente de los Servicios Públicos. Y fue dificil porque chocaban los intereses emocionales de los responsables de la Federación que se negaban a renunciar a la FETE como Federación con los intereses de la UGT agoviada por la necesidad de reestructurarse para hacer frente a los retos (políticos-sindicales-económicos) del momento histórico que nos toca vivir.
Fueron momentos complicados y difíciles. El peso histórico de las siglas de la FETE nos atenazaba los análisis, debates y reorientaba continuamente nuestros planteamientos. Estábamos enroscados continuemente en una defensa numántina de la FETE, pero también éramos conscientes que luchábamos contra corriente, que la UGT había tomado una decisión y poco podíamos hacer para mantenernos como Federación. Hubo dos momentos claves, la primera el Comité Confederal donde se aprobó la reestructuración y posteriormenete la CEF decidió apostar por la negociación y el segundo el Comité Federal celebrado en Bilbao donde se aprobó el documento que garantizaba la autonomía del sector de la enseñanza con respecto a la toma de decisiones y a la elección de sus representantes, la negociación colectiva, las relaciones institucionales e internacionales, la financiación suficiente para desarrollar la acción sindical y sobre todo al mantenimiento del nombre de la FETE en el seno de la nueva Federación. La FETE no desaparece se integra con su idiosincrasia y su historia en la nueva Fedración.
Hemos gestionado un tiempo complicado pero son los tiempos que nos toca vivir y lo hemos hecho compartiendo las decisiones con toda la Federación sabiendo que la unanimidad era imposible, pero también con la idea clara que para la enseñanza de la UGT era mejor la negociación para garantizar la autonomía de la FETE que una confrontación con la Confederación ya que las decisiones aúnque no nos gustasen eran decisiones democráticas, y por tanto había que respetarlas. Es ciertro que también hemos encontrado en la FSP predisposición para llegar a acuerdos y aunque no conseguimos todas nuestras pretensiones, conseguimos las suficientes para poder trabajar con la autonomía necesaria.
Ahora se inicia un nuevo tiempo con la compañera Maribel al frente del sector de la enseñanza. Un tiempo, que aúnque algunos lo duden, es ilusionante. Maribel tiene el reto de ubicar a la enseñanza con identidad propia en la nueva Federación, y además (y experiencia no le falta para ello) seguir trabajando para que la UGT siga siendo un buen instrumento para defender los intereses de los trabajadores/as de la enseñanza y seguir apostando por una enseñanza inclusiva y solidaria. Para ello tiene todo nuestro apoyo y en Luz (compañera de la ejecutiva) la persona que le ayudará a dotar de contenido de inclusividad a los documentos de FETE. Toca mirar al futuro y dejar de mirarnos a nosotros mismos, toca poner a la UGT en la comunidad educativa y toca poner a la enseñanza (FETE) en la agenda de la UGT, y para ello tenemos un buen equipo y una buena Secretaria Sectorial.
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