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Mostrando entradas de octubre, 2015

¿ES UNA NECESIDAD ALARGAR LA ESCOLARIZACIÓN HASTA LOS 18 AÑOS?

Estamos en un momento electoral y vamos conociendo las propuestas (u ocurrencias) de los diferentes partidos con referencia a la educación.  De nuevo aparecieron en el debate temas como la laicidad de la sociedad con el fin de separar las instituciones de los protocolos religiosos y su traslación a la educación, o lo que es lo mismo, quitar la clase de religión del curriculum escolar y apostar por una asignatura  de Educación en Valores. De entre temas como la evaluación, el papel de los Consejos Escolares, bilingüismo, tiempos y espacios escolares, dirección de los centros, autonomía escolar, ayudas y becas  ... sobresale una propuesta del PSOE, controvertida cuando menos, que es alargar la educación obligatoria hasta los 18 años. Para valorar esta propuesta debemos partir de la realidad de los centros educativos conocedores que hay un número de alumnos que a partir de una edad están ocupando y lugar físico pero no están participando en la clase, si la apuesta se traduce en dejar a

¿HABRÁ PACTO EDUCATIVO DESPUÉS DE LAS ELECCIONES?

Complicado dilema cuando desde la transición es un tema recurrente pero inalcanzable.  La visión sectaria y partidista de los políticos e incluso de la comunidad educativa hace inviable un acuerdo (aunque sea de mínimos) que logre estabilizar la normativa educativa; las prioridades educativas son radicalmente diferentes desde el ámbito de la izquierda y de la derecha; los grupos de presión, especialmente eclesiásticos, impiden acuerdos razonables ... por estas, y otras razones, soy bastante escéptico, pero no por ello debemos cejar en intentar conseguir el Pacto Educativo. En el inicio de este curso, y a pesar del cambio del Ministro, la LOMCE sigue su camino pese a la oposición de la mayoría de las CCAA y de la comunidad educativa, y, en medio, los centros y el profesorado continúan padeciendo las consecuencias de una ley con fecha de caducidad.  Para estabilizar el sistema educativo es básico consensuar las líneas en las que sustenta y alejarnos de posicionamientos maximalistas